El masaje tailandés existe desde hace 2.500 años, originalmente como arte curativo en la India, influido por la medicina ayurvédica y la medicina tradicional china.
Los masajes tradicionales tailandeses difieren de los occidentales o europeos en que el receptor se tumba completamente vestido sobre una esterilla, normalmente en el suelo.
Véase también : Masaje tailandés: tipos, beneficios, técnicas
En un masaje tailandés tradicional, la masajista estira y tira de las extremidades mientras se balancea para aliviar el estrés y mejorar la flexibilidad y la circulación, lo que conduce a la inevitable relajación profunda que siente la mayoría de los que se han sometido a este masaje.
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Los beneficios del masaje tailandés: los sentidos
Los masajes tailandeses se centran más en el flujo de energía, o chi, por todo el cuerpo, lo que está mucho más en consonancia con las artes curativas asiáticas.
Se cree que la energía, o chi, se desplaza por el cuerpo a través de unas vías denominadas sentidos (sen en singular).
Los sentidos corresponden a las distintas partes del cuerpo, como los huesos, los músculos, la sangre y los nervios.
Los sentidos que afectan a la mente y la conciencia se consideran canales más sutiles.
Una de las razones por las que el masaje tailandés se centra en los sentidos es que sus practicantes creen que los músculos tensos provocan bloqueos en los distintos sen.
Se cree que estos bloqueos reducen el flujo de energía vital, lo que puede provocar rigidez y enfermedades.
Los masajistas tailandeses utilizan distintas técnicas que abren o tensan las diferentes líneas Sen para corregir el flujo de energía vital.
Estudios científicos demuestran los beneficios del masaje tailandés
Aunque se pueda pensar que un masaje tailandés no puede reparar el cuerpo, estudios científicos han indicado que este mito es incorrecto, ya que se sabe que los dolores y molestias desaparecen después de utilizar este tipo de terapia.
Problemas de salud como migrañas, dolores de espalda y articulares se han tratado con éxito con el masaje tailandés.
Además, los investigadores concluyeron que los beneficios de este tipo de tratamiento no farmacéutico pueden aliviar los síntomas durante un máximo de 15 semanas.
Los beneficios del masaje tailandés para la circulación sanguínea
Los investigadores también informaron de que el masaje tailandés aumenta la flexibilidad porque puede mejorar el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a los músculos.
El masaje tailandés favorece la circulación sanguínea y linfática mediante suaves estiramientos.
El aumento del flujo sanguíneo permite que los tejidos del organismo se llenen de oxígeno.
Esto favorece el crecimiento celular y la salud del corazón.
Se sabe científicamente que una mejor circulación sanguínea estimula el sistema somatosensorial.
Este sistema desempeña un papel fundamental en el equilibrio.
Masaje tailandés para combatir la ansiedad
Para los pacientes que sufren ansiedad, el masaje tailandés puede reducirla y proporcionarles una sensación de calma y relajación.
Los estudios han demostrado que las personas que recibieron el masaje obtuvieron puntuaciones más bajas en las evaluaciones de estrés psicológico.
Los escáneres cerebrales también mostraron los mismos resultados, superando incluso a las formas tradicionales de fisioterapia para tratar la ansiedad.
Un estudio de 2015 también descubrió que el masaje tailandés reduce significativamente los niveles de un determinado marcador de estrés que se encuentra en la saliva, llamado sAA (alfa-amilasa salival).
Un masaje que restaura la energía
Como los masajes tailandeses incorporan estiramientos similares a los del yoga, sus receptores afirman sentirse rejuvenecidos y llenos de energía.
Un pequeño estudio reveló que, entre los masajes tailandeses y los suecos, los tailandeses hacían que las personas se sintieran con más energía y renovadas.
Sin embargo, los investigadores de este estudio señalan que es necesario seguir investigando para sacar una conclusión concreta.
En un masaje tailandés tradicional, los masajistas utilizan las manos, los pulgares, los codos, los antebrazos y a veces incluso los pies para reducir la tensión muscular.
El masajista puede incluso sentarse sobre usted para ayudarle a estirarse en determinadas posturas.
En el caso de un masaje tailandés, el receptor también tiene que hacer algo de trabajo, ya que se trata de un estiramiento más intenso.
Este método difiere del masaje sueco en que utiliza aceite y amasamientos profundos mientras el receptor permanece tumbado.
Después de un masaje tailandés, una persona puede sentirse muy relajada, pero es importante tener en cuenta que los músculos se han estirado, trabajado y estimulado.
Después de un masaje tailandés, la persona debe descansar y beber mucha agua.
Contraindicaciones del masaje tailandés
No existen directrices ni recomendaciones específicas sobre la frecuencia del masaje tailandés.
Sin embargo, es importante evitar el masaje tailandés cuando se está recuperando de una lesión, ya que la intensidad física del masaje puede agravar los daños sufridos por el cuerpo.
Dado que el masaje tailandés tiene profundos efectos sobre el sistema circulatorio, asegúrese de consultar a su médico antes de programar un masaje, especialmente si padece :
- diabetes,
- de heridas abiertas,
- cirugía reciente,
- de cáncer,
- si está embarazada,
- enfermedad cardíaca o coronaria,
- una afección de la columna vertebral,
- osteoporosis,
- hipertensión arterial,
- de trombosis venosa profunda,
- trastornos neurológicos,
- quemaduras,
- Trastornos de la coagulación o trombocitopenia.
Aunque esta lista no es concluyente, es importante consultar a un médico si tiene problemas de salud subyacentes antes de recibir masaje tailandés, para minimizar el riesgo de daños.
Véase también :
El masaje tailandés, Patrimonio Mundial de la UNESCO
Escuela de masajes Wat Pho en Bangkok
Fuente: thethaiger.com