En un esfuerzo por combatir las drogas más peligrosas, Tailandia ha legalizado el Kratom, una droga blanda con efectos euforizantes.
El 26 de mayo de este año, Tailandia retiró el Kratom de su lista nacional de drogas, permitiendo su plantación, venta y uso personal, con la idea de que ayudaría a recuperar cuota de mercado a las anfetaminas en poco tiempo.
Ver : El kratom se retira de la lista de drogas ilegales en Tailandia
A pesar de la implacable lucha contra las drogas y las frecuentes incautaciones de las autoridades, la oferta de comprimidos de ya ba (una metanfetamina) ha aumentado hasta el punto de que los precios están bajando.
Ver : Vidas destruidas, cárceles superpobladas: el coste oculto de la metanfetamina ya ba en Tailandia
El kratom tiene dos ventajas principales en la guerra contra las drogas: puede ayudar a los consumidores de drogas duras a retirarse y también puede sustituir el consumo de otras drogas gracias a sus propiedades euforizantes y relajantes.
La planta crece en el sudeste asiático y fue declarada droga de tipo 5 como el cannabis hace 76 años.
Farmacológicamente, el kratom actúa de forma similar a otras sustancias como los narcóticos y la yohimbina.
Sin embargo, el efecto es más débil y sutil.
El kratom tiene la capacidad de aliviar el síndrome de abstinencia en los adictos a los narcóticos debido al agonismo del receptor mu para la mitraginina y la 7-hidroximitraginina.
Psicológicamente, no afecta tanto al estado de ánimo como las drogas.
Aunque el Kratom es relativamente potente dependiendo de la dosis, el efecto eufórico no es su característica.
La fase eufórica es rápidamente sustituida por una fase sedante que, a diferencia de drogas como la codeína, no es divertida.
Por otro lado, la sedación relaja los músculos, lo que supone un verdadero alivio para una persona que está pasando por un síndrome de abstinencia.
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