La leyenda de la bella voluble cuenta cómo una joven casada con un hombre mayor consigue engañar a su mundo con su amante.
En la ciudad de Lopburi vivía una pareja de comerciantes con una gran diferencia de edad: el hombre era veinte años mayor que su mujer.
Tomó un amante y, cuando el marido dormía, fue a reunirse con él abajo, en la tienda.
Una noche, tras mucho hacer el amor, los amantes se durmieron abrazados en lugar de separarse discretamente.
El padre del tendero, que pasaba por allí durante una de sus noches de insomnio, vio las dos figuras en el suelo.
Se acercó en silencio y, comprendiendo la traición de su nuera, le robó una pulsera para probar su punto al día siguiente, cuando revelaría la verdad a su hijo.
Al despertarse justo cuando su suegro se marchaba, la mujer se dio cuenta inmediatamente de la situación e ideó un plan.
Empezó enviando a su amante a casa antes de volver al lecho conyugal.
Allí despertó a su marido y le dijo que hacía demasiado calor, que no podía dormir, y le preguntó si era posible dormir en la tienda.
El marido aceptó, se instalaron en la tienda y el hombre volvió a dormirse.
Su mujer volvió a despertarle, gritando que un ladrón había entrado en la habitación y le había robado una pulsera.
El marido, saltando a la calle, no vio a nadie, y sólo pudo volver para consolar a su llorosa esposa.
Al día siguiente, al amanecer, el padre del comerciante llegó a casa de su hijo y le contó toda la historia, mostrando la pulsera como prueba.
Pero el tendero se rió y le dijo que era él quien estaba en la tienda y no un hipotético amante.
A pesar de todos sus intentos, el padre no pudo convencer a su hijo y regresó a casa desconcertado.
Más artículos en la categoría : Leyenda tailandesa