La boda maldita es una leyenda tailandesa sobre cómo un hombre de mala reputación y una cotilla sabotearon una boda.
En Ratchaburi vivía un joven llamado Nai Kaeo, que se inclinaba por los placeres, especialmente los que le proporcionaban las caricias de las mujeres.
A pesar de esta vida depravada, se enamoró de la bella y virtuosa Meh Pian.
Los padres de Nai Kaeo acudieron a los de la chica para pedir su mano, pero éstos se negaron a unir a su hijo con un pretendiente que tenía tan mala reputación.
Por el contrario, al día siguiente aceptaron la propuesta de los padres de Nai Tong, un chico honrado y trabajador.
Desesperado por el cariz que tomaban los acontecimientos, Nai Kaeo confesó su tormento al viejo peluquero, que era también el peor cotilla de todo el pueblo.
La anciana accedió a ayudarle a cambio de una importante suma de dinero.
Inmediatamente visitó a la mejor amiga de la novia, que quería un bonito peinado para la ceremonia.
A medida que avanzaba la conversación, el peluquero sugirió que el matrimonio era un gran error y, cuando la chica le preguntó por qué, respondió que Nai Kaeo era un demonio.
Además, sus palabras serían muy fáciles de verificar en la noche de bodas, la novia vería de repente una cola creciendo en las nalgas de su marido, y le bastaría con agarrarla para tomar el control de la criatura.
Unas horas más tarde, la peluquera fue a casa de la mejor amiga de Nai Tong, que también se estaba preparando para la fiesta que se avecinaba.
Una cosa llevó a la otra y la anciana le dijo al joven que el matrimonio sería malo.
Ante la incredulidad de su cliente, le explicó que la novia era en realidad un demonio.
Además, en la noche de bodas, el novio haría bien en ponerse en guardia para atrapar la mano de la criatura antes de que le toque.
Contenta con su plan, la peluquera regresó a Nai Kaeo.
Se horrorizó al saber que la boda se celebraría, pero su cómplice le dijo que no se preocupara.
A pesar de lo que les dijeron sus amigos, los dos novios no comentaron estas sospechas entre ellos y, en cualquier caso, ya era demasiado tarde para cancelar la boda.
Así se celebró la ceremonia, en un ambiente muy tenso, y llegó la noche de bodas.
Nai Tong se tumbó de lado, de espaldas a su mujer, para no mostrarle que no dormía.
Por su parte, Meh Pian adelantó la mano, dispuesta a agarrar la más mínima semblanza de cola que apareciera.
Incapaz de soportarlo por más tiempo, el marido se dio la vuelta y gritó aterrorizado al ver la mano de su mujer dispuesta a tocarle.
Agarró la mano amenazante, haciendo que Meh Pian se asustara y pensara que era un ataque.
Los dos cónyuges siguieron caminos separados.
A raíz del escándalo que siguió a aquella desastrosa noche y de los rumores que empezaron a propagarse a gran velocidad, la boda se canceló rápidamente.
Meh Pian, cuya reputación había quedado dañada, tuvo que aceptar la oferta de matrimonio de Nai Kaeo.
La historia no dice qué pasó con su unión, las crónicas guardan silencio al respecto, y quizá con razón...
Véase también :
Matrimonio en Tailandia: lo que hay que saber
Bodas submarinas a 12 metros de profundidad en Tailandia
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