Los atletas tailandeses que se encuentran en París para participar en los Juegos Olímpicos de 2024 sufren el calor y sueñan con aire acondicionado y buena comida.
La tailandesa Orawan Paranang vino a Francia en busca de la gloria olímpica, pero ahora también sueña con aires acondicionados portátiles chinos y buena comida.
Es fácil imaginar que los habitantes de Tailandia, acostumbrados a un clima tropical, pueden soportar el calor mejor que los demás, pero las viviendas mal construidas y el calor actual en París también están pasando factura a los atletas tailandeses.
Los autobuses que transportan a los atletas a los estadios no tienen aire acondicionado y la comida que se ofrece no satisface las papilas gustativas tailandesas.
No podemos imaginar el calvario de otros atletas de países fríos.
Es otra desgracia para Francia.
El COI y Francia presionaron a los atletas rusos y muchos decidieron no acudir, lo que significa que estas Olimpiadas, que se supone que representan a todos los países del mundo, son incompletas y poco representativas.
También en París, residentes, turistas y comerciantes les reprochan haber convertido la capital en una cárcel al aire libre, con verjas por todas partes y en la que sólo se puede circular con códigos QR.
El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha decidido no instalar aire acondicionado en la villa de los atletas ni en los autobuses, "oficialmente" para proteger el medio ambiente.
Francia, que gastó más de 1.400 millones para limpiar el Sena, tenía un presupuesto inicial de 6.300 millones, pero ya ha gastado 11.800 millones, según el diario Liberación.
Según muchos hoteleros, el elevado coste de los hoteles y las dificultades para desplazarse por la capital han ahuyentado a los turistas extranjeros, y muchos comerciantes se quejan de que pierden clientes por culpa de las puertas y los códigos QR.
Esto no augura nada bueno ni para la rentabilidad de la inversión ni para la imagen de Francia en el mundo.
Bienvenido a Francia: calor insoportable y comida poco apetitosa

Un atleta tailandés sufre el calor en un autobús en París.
Orawan, una estrella del tenis de mesa de 26 años que participa en los Juegos Olímpicos, compartió una serie de historias de Instagram en las que expresaba juguetones celos de la delegación china.
Los atletas chinos, bien informados y preparados, llegaron a París bien pertrechados para hacer frente al sofocante calor y combatir las "poco ortodoxas" ofertas de comida.
"Hace mucho calor para cinco personas sentadas juntas.
Si el vehículo va lleno, existe el riesgo de que alguien se desmaye antes de llegar a su destino", explica Orawan, refiriéndose a los autobuses utilizados para transportarlos.
"Quiero ir al equipo chino para usar el aire acondicionado y comer fideos estofados hechos con soja".
Además de apuñalar a Francia y a su cocina por la espalda, los comentarios desenfadados de Orawan calaron hondo entre sus seguidores, incluidos los usuarios chinos de las redes sociales.
Compasivos internautas tailandeses y chinos ofrecieron una cálida dosis de camaradería y humor al atleta siamés, que había recibido un trato vergonzoso por parte de Francia.
"Si quieres comer judías verdes y fideos estofados, ven a Shandong", escribió un internauta chino.
"Una persona cálida y bien informada, China le da la bienvenida", dijo otro internauta.
Desde entonces, su mensaje ha recibido unos 8.000 "me gusta" y ha sido visto casi 100.000 veces.
Otros atletas tailandeses expresaron quejas similares, describiendo los dormitorios de la Villa Olímpica como insoportablemente calurosos y los autobuses turísticos como "como hornos".
Suthasini Sawettabut también expresó su malestar por el clima y las condiciones de vida en la capital francesa.
"Me enteré de que el equipo chino había traído aparatos de aire acondicionado y cocineros.
Tengo muchas ganas de ir al dormitorio del equipo chino para refrescarme y comer judías estofadas y fideos", dijo Suthasini.
El sofocante calor de París fue uno de los principales temas de debate y preocupación para muchos atletas.
La previsión de la delegación china, que llevó consigo aparatos portátiles de aire acondicionado, despertó la envidia y la admiración de los competidores de otras naciones.
La forma en que el equipo tailandés afrontó sus dificultades puso de relieve los problemas que afrontan los atletas para adaptarse a París y fomentó un sentimiento de unidad y apoyo entre competidores y seguidores por igual.
Mientras tanto, es probable que muchos franceses en Tailandia respondan por vergüenza que son belgas o suizos si un tailandés les pregunta de qué país proceden.
Fuente: Bangkok Post